16 de agosto de 1975
Con los directivos, tuvimos continúas reuniones en torno la nueva banda de música. Ya desde el principio manifesté el deseo de que el señor José Tortosa fuera el primer director, y yo el segundo. Desde el mes de abril, con ensayos en la escuela nacional, el Sr. Tortosa impartía la enseñanza de lo instrumental, y yo, en mi domicilio, hacía clases de solfeo.
Aquí, en Ferreries, había unos 10 músicos veteranos, quienes antes de esta iniciativa no poseían instrumento. Y ni imaginaban, no solo volver a disponer de estos, sino que además, fueran nuevos de fábrica. Esto y otros elementos generaron una gran ilusión por volver a tocar. Y así, la nueva Banda hizo la primera presentación con jóvenes y viejos músicos [sic] el 16 de agosto de este mismo año, 1975. Era sábado, y Ferreries tenía estos días un buen programa festivo. Los días 14, 15, 16 y 17 de agosto el Ayuntamiento y el Club Deportivo del Ferreries habían organizado un torneo de fútbol entre el Juvenil del Real Madrid, el Juvenil del Real Club Español de Barcelona y el Juvenil del Ferreries.
El sábado día 16 de agosto se hizo la fiesta de presentación de la nueva Banda de Música al Excelentísimo Ayuntamiento de Ferreries, en un acto al que estuvieron invitados todos los profesores de música de Menorca. Con la corporación municipal y los invitados en las dos terrazas de las Casas Consistoriales, junto a la Directiva de la Sociedad Musical, se presentó esta Banda en el Pla de l’Esglèsia. El presidente de la Sociedad Musical, Bartomeu Florit Pons, leyó un escrito. El alcalde, Francisco Huguet, contestó con unas palabras emocionantes y patrióticas. Y una vez hubo acabado, se hizo entrega de un trofeo al presidente de la Sociedad. Seguidamente, en presencia de las autoridades, profesores y público, se tocó la primera pieza, dirigida por mí, Antoni Camps Fullana. La segunda pieza la dirigió el Sr. José Tortosa Bagur. Acto seguido, todos fuimos invitados a una recepción en la sala de sesiones del Ayuntamiento, que ofreció galletas, pasteles, almendras, avellanas, cacahuetes y otros aperitivos, con excelentes vinos y bebidas frescas.
En plena recepción, un músico des Migjorn, conocido como en Menorca des Migjorn, quien figuraba como invitado, regaló a la Banda de Música un billete de mil pesetas, pues sabía los esfuerzos económicos que la Sociedad Musical y la Banda estábamos haciendo. Y de hecho, seguíamos visitando a industriales y a gente del pueblo para conseguir financiación, para sufragar el gran capital que habíamos necesitado.
Después de este acto en las Casas Consistoriales, la Banda fue a tocar en la Avinguda Verge del Toro, delante del edificio de la Biblioteca, donde el pintor ferrerienc Joan Serra Pons inauguraba una exposición de pintura abierta al público. Allí toco la banda. Y Serra nos invitó a todos con galletas y licores.
Nuevo alumbrado
Por la noche de este sábado 16 de agosto, el Ayuntamiento, en esta misma Avinguda Verge del Toro, inauguraba el nuevo alumbrado, con altas farolas; desde la Plaça del Príncep Joan Carles hasta la Plaça Espanya o del OAR.
A las nueve de la noche, al encenderse todas estas luces, en presencia de un grandioso público, la Banda tocó por primera vez el «Jaleo» de Sant Bartomeu, pieza compuesta hace muchos años por el maestro de música Gabriel Cardona Enrich. Hacía años que el público no lo había escuchado de esta forma, puesto que las otras bandas de Menorca tocaban este «Jaleo» tal como fue escrito antiguamente, con solo tres partes. La pieza del maestro Gabriel Cardona tiene siete partes. El público aplaudió mucho al terminar la pieza, que dirigí yo.
Después, con la Banda, nos fuimos al Bar OAR, y ahí tocamos varias piezas, en la sala que está unida al comedor. En este momento estaban cenando los dos equipos juveniles del Real Madrid y Real Español.
Tortosa y un servidor nos fuimos alternando la dirección de las piezas.
Hoy, en Ferreries, con tanto programa, había mucha gente. Y así es que hoy, en este pueblo, es un día memorable.
Escrit a Diari Menorca de Deseado Mercadal: «… Ferreries ha demostrado que sus hijos no se preocupan exclusivamente por el desarrollo industrial y el bienestar económico, sino que también aspiran a alcanzar el mayor grado de cultura…».